la guerra de Mali un conflicto dimensiones internacional
la batalla mas importante es la lucha contra el dominio Al Qaeda
Ha pasado un año desde que estalló la rebelión tuareg en el norte de Mali y el conflicto se ha ido transformando con el tiempo hasta que en las últimas semanas ha tomado una nueva dimensión. Lo que comenzó como un alzamiento separatista, derivado de un problema interno consecuencia de la marginación histórica que sienten los tuareg con respecto de Bamako, se ha convertido en un conflicto internacional, con la intervención de Francia contra los grupos yihadistas que se hicieron fuertes en el norte y con consecuencias para toda la región del Sahel, para el norte de África y para Europa.
El estallido de la revolución tuareg llegó al calor de la guerra de Libia, que a su término liberó armamento y mercenarios dispuestos a luchar por el mejor postor.
El alzamiento tuareg provocó un golpe de Estado que destituyó al presidente de Malí Amadou Toumani Touré, con el argumento de su ineficacia para resolver la crisis en el norte. Sin embargo, las nuevas autoridades de Bamako y su ejército
fracasaron al intentar poner fin al caos que se apoderó de la zona.
Aprovechando este vacío, desde abril de 2012, Ansar Din y Mujao, dos grupos radicales islámicos, se hicieron con el control del territorio tuareg, desplazando a los ‘hombres azules’ e imponiendo la ley islámica a la población. La situación política y de seguridad no ha hecho más que deteriorarse desde entonces.
intervención de Francia
Mali es tan inestable que todos los escenarios son posibles, incluyendo un nuevo golpe militar y una situación de violencia social en la capital.
A finales del año pasado, la comunidad internacional comenzó a debatir la posibilidad
de una intervención militar para reconquistar el norte. El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución pidiendo la intervención. Su principal defensor era Francia, que trató de impulsar una acción común pero que finalmente ha terminado actuando en solitario. El 11 de enero, a petición del Gobierno de Bamako, París envió tropas para detener el avance yihadista hacia el sur.
La Unión Europea convino finalmente el 17 de enero enviar instructores para preparar a las tropas malienses y apoyo logístico para reconquistar el norte.
En juego está no sólo la integridad territorial de la antigua colonia gala, independiente desde 1960 pero con grandes vínculos con París. La batalla más importante que se libra en Mali es la lucha contrael dominio de Al Qaeda en el Magreb Islámico en este territorio, en el contexto del combate de las potencias europeas contra esta organización terrorista que opera en el Sahel.
en juego está no sólo la integridad territorial de la antigua colonia gala, independiente desde 1960 pero con grandes vínculos con París. La batalla más importante que se libra en Mali es la lucha contrael dominio de Al Qaeda en el Magreb Islámico en este territorio, en el contexto del combate de las potencias europeas contra esta organización terrorista que opera en el Sahel.
Según señalaba a finales de año la organización International Crisis Group (ICG), Mali es tan inestable que todos los escenarios son posibles, incluyendo un nuevo golpe militar y una situación de violencia social en la capital. Si las autoridades transicionales no logran imponer el orden y reconquistar el norte, el caos permitirá que el extremismo religioso se extienda y que la violencia terrorista sobrepase las fronteras de Mali, afirmaba este think tank con base en Bruselas.
la rebelión de los 'hombres azules'
Actualmente, Mali se encuentra dividido en dos mitades: El norte, controlado por los grupos islamistas radicales y el resto del país, gobernado por una débil autoridad transicional. Esta realidad comenzó a perfilarse el pasado enero, cuando comenzó una rebelión del pueblo tuareg en contra del poder central.
Los separatistas tuareg, constituidos en el Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad (MNLA), reclaman un Estado propio, cansados de la marginación sufrida durante décadas. Los tuareg son un pueblo nómada que domina históricamente las rutas del comercio del desierto del Sáhara. Se llaman a sí mismos "los hombres libres" y presumen de no haber estado nunca sometidos a ninguna autoridad ni Estado. El reparto colonial -el trazado de fronteras en África con escuadra y cartabón- dejó a los 'hombres azules' divididos por cinco países (Argelia, Libia, Mali, Níger y Burkina Faso).
En Mali –uno de los países más subdesarrollados del mundo-, los tuareg han encabezado cuatro rebeliones desde el siglo XX. La última, la que comenzó en enero.